Queridas vecinas y vecinos:

Un año más, nos reunimos aquí, para conmemorar el 25 de noviembre, como Día Internacional contra la Violencia de Género y manifestar nuestra más rotunda condena hacia esta violencia que sufrimos las mujeres por el simple hecho de serlo.

Porque nacer mujer, sigue siendo en pleno siglo XXI, un factor de riesgo a nivel mundial. Porque nos seguimos encontrando millones de niñas sin acceso a la educación, niñas que son obligadas a casarse, sobre las que se sigue practicando la mutilación genital, embarazas a edades muy tempranas con el peligro que conlleva para su salud.

Adolescentes y jóvenes víctimas de matrimonios concertados, víctimas de las redes de tráfico de seres humanos, vendidas y explotadas sexualmente. Mujeres de todas las edades que sufrimos violencia sexual, física, psicológica, económica, social, ambiental… por parte de nuestras parejas o exparejas.

Agresiones sexuales por parte de conocidos, amigos, familiares, compañeros, o desconocidos, de manera individual o en grupo…

Víctimas de violaciones en conflictos armados, porque las mujeres seguimos siendo un arma de guerra, un objeto al que poseer para demostrar el poder ante el enemigo.

Situaciones de acoso en las redes sociales, extorsión, humillaciones, vulneración de nuestra intimidad…

Situaciones, todas ellas que sufrimos las mujeres. Unas nos sonaran más lejanas y otras nos pueden estar ocurriendo a cualquiera de nosotras, a nuestras madres, hermanas, hijas, vecinas…

En lo que va de año, 38 mujeres han sido asesinadas por sus parejas o exparejas, 26 menores han quedado huérfanos; y 2 menores han sido asesinados víctimas de la violencia vicaria.

La macroencuesta de violencia contra la mujer de 2019, nos acerca a la escalofriante realidad de las mujeres en España, y nos arroja unos datos que ponen de relieve la gravedad de la violencia de género, en cuanto a su dimensión. Rescatamos solo 2 datos: el 11% de las mujeres mayores de 16 años han sufrido violencia en sus relaciones de pareja, eso son 2,2 millones de mujeres, y más del doble, 4,9 millones de mujeres si hablamos de agresiones que no se limitan al ámbito de la pareja.

¿Se ha avanzado? Si, se han puesto en marcha en los últimos años, leyes, convenios y pactos muy importantes, que han permitido la implementación de recursos especializados, la formación de los agentes implicados, etc.

Pero desgraciadamente, esto no está siendo suficiente. Tiene que ir unido a un cambio social más profundo, una concienciación social que llegue y cale en todos y cada uno de nosotros y de nosotras. Que nunca más tengamos que escuchar frases tan dolorosas como “si está ahí es porque quiere”, “algo habrá hecho”, “no es para tanto”, “es que van provocando”, “que hacía sola a esas horas”, “si es que no se cuidan…”

Que se dejen de enviar mensajes o campañas de cómo las mujeres debemos adoptar mecanismos para protegernos, sin incidir en que los únicos culpables son los agresores. Que se ponga el foco en las víctimas, únicamente para protegerlas, apoyarlas, acompañarlas, para hacer entornos más seguros,… y nunca para culparlas o tratarlas como ciudadanas de segunda, o infantilizarlas.

Las mujeres somos el 51 % de la población residente en España, personas con todos nuestros derechos, que merecemos vivir libres, caminar seguras y avanzar en igualdad.

La violencia contra las mujeres, es la manifestación más extrema de la desigualdad existente, es una violación de los derechos humanos, un atentado contra la libertad y la dignidad de las mujeres.

Como sociedad debemos luchar para su erradicación, debemos situarnos de su lado, y mandar un rotundo mensaje de rechazo a los abusadores, violadores, acosadores, agresores…

Como decimos cada año, una pieza clave para avanzar hacia una igualdad real y libre de violencias machistas, es la educación. En todas y cada una de las etapas educativas, de manera transversal y constante. En casa, en nuestro papel fundamental como madres y padres de esos menores que son el futuro, y para los que queremos una sociedad mejor.

En este camino hacia una igualdad real, es también fundamental el papel de los medios de comunicación, los influencers, youtubers,… en la transformación de la imagen que se proyecta de las mujeres, como objetos de consumo, mujeres irreales, cosificadas, sexualizadas,…

Pero también cada uno de nosotros y nosotras, podemos aportar algo: no consumir nada que denigre a las mujeres, censurar actos o comentarios machistas, no reenviar mensajes o imágenes ofensivos, no mirar hacia otro lado, no culpabilizar a las víctimas,…

Ahora vamos a guardar un minuto de silencio por todas las víctimas y supervivientes de la violencia de género.

MINUTO DE SILENCIO.

Ninguna sociedad puede denominarse moderna y avanzada si siguen existiendo mujeres sometidas. Recordamos 3 factores claves:

– Rechazo unánime hacia los agresores.

– Apoyo total a las víctimas.

– Conciencia social.

Gracias a todas y todos por estar hoy aquí y os recordamos que mañana, 26 de noviembre, se celebra la 7ª Marcha contra la violencia hacia las mujeres de la Mancomunidad MISECAM en Perales de Tajuña. Nos encantaría contar con vuestra participación.